"Fue un día de junio de 1941. Los alemanes acababan de atacar Rusia..." Desde aquel día hasta marzo de 1944, cerca de 47.000 españoles marcharon voluntariamente al frente ruso a combatir el comunismo. Militares profesionales, veteranos de la Guerra Civil, muchos y jóvenes idealistas ansiosos de aventuras -falangistas en su mayoría que, por el color de sus camisas, dieron nombre a la División-, arriesgaron y sacrificaron sus vidas por su idea de Europa. Casi 5.000 quedaron allí enterrados. Tomás Salvador regresó. En estas páginas no entra a valorar los motivos políticos o ideológicos que le impulsaron, simplemente hace una emotiva, detallada y dura crónica novelada, de principio a fin, de lo que vivieron en Rusia. Es una obra coral de la vida cotidiana de aquellos hombres y de los episodios más notables de la División de Voluntarios Españoles, la División 250 de la Wehrmatch, la DIVISIÓN AZUL para unos la última reencarnación de los Viejos Tercios; para otros, la versión moderna de los lansquenetes de antaño. El esfuerzo de estos hombres, su extraordinario comportamiento en el frente, fue reconocido con miles de condecoraciones y la admiración del mando alemán.Con la derrota de Alemania, aquel cúmulo de heroicidades, fue cayendo en el olvido y con la llegada de la democracia poco menos que se les demonizó. Lo cierto, por encima de todo prejuicio ideológico, es que se batieron en los campos de Rusia, en los que soportaron unos inviernos inhumanos, escribieron la última gran hazaña del Ejército Español. Este libro es una cruda novela de guerra, una novela de personas, de soldados; una crónica de otros tiempos, un relato de nuestra Historia todavía reciente. *** Tomás Salvador, nació, en 1921, en Villada, provincia de Palencia. En 1941, tras engancharse en la División Azul, marchó a la entonces Unión Soviética, para combatir de manera voluntaria y libre, como tantos miles de jóvenes, por los valores en que creía, y con el fin principal de hacer desaparecer de la faz de la tierra, al comunismo soviético; volvió de nuevo a España en el 43, con la sensación del vencido, cuando fue repatriada la División, (sólo quedó, simbólicamente, la Legión Azul, que volvió en 1944), encontrando un ambiente, fruto de los cambios internacionales, distinto y menos apoteósico, del que se llevó en su retina al entrar en el vagón de tren que le llevaba a Rusia. A su vuelta comenzará su vida profesional, en Barcelona, como inspector de Policía. Poco a poco se irá introduciendo en el mundillo de la literatura, consumándose como joven y gran escritor en los años cincuenta. Enamorado de la ciudad Condal, entonces abierta, cosmopolita y culta,(nada que ver con la actual,asolada por los aldeanismos paletos del nacionalismo más cutre), vivirá en ella el resto de su vida, falleciendo en 1984. Encuadrado literariamente en la "Generación de la Posguerra", Tomás Salvador, rompe moldes y es único como persona y escritor, sin poderlo adscribir a ningún movimiento literario. Sus escritos gozan de una gran belleza literaria y de una profundísima humanidad; sus personajes, además de carne y hueso, tienen alma y hasta qué punto la logra retratar Salvador...Todo ello, fruto de una exquisita finura de espíritu, y de un profundo conocimiento del "barro humano", capaz de las más grandes virtudes y a la par de revolcarse en el fango más miserable. Su profesión de policía le será de gran utilidad para encontrar personajes al límite, y luego comprenderlos y abarcarlos en su totalidad, extrayendo su esencia, siempre desde la sensibilidad y la misericordia, cualidad ésta última que identifica, a la hora de enjuiciar a los demás, con el concepto más profundo de justicia. En una época en la que los premios literarios, eran eso, premios literarios de verdad, y no pura maquinaria mercadotécnica, además de sistema de pago de espurios vasallajes políticos y mediáticos, como en la actualidad, en 1951, es finalista del Premio Nadal con su obra," Historias de Valcanillo", le sigue " Esta noche estaré sólo" narración sublime; en 1953 será Premio Nacional de Literatura, con su conocida novela" Cuerda de presos", homenaje a los valores y virtudes de la Guardia Civil, encarnados en la típica pareja del Benemérito Cuerpo,( obra que fue llevada al cine). En 1960, obtiene el Premio Planeta con su obra " El atentado". Entre lo mucho que escribió, reseñar también, "Cabo de Vara", novela carcelaria, " El agitador", "El haragán" y un largo etcétera...Se despidió de la vida con una de las más grandes novelas históricas " Las compañías Blancas",en la que traza un inmejorable cuadro del acontecer en la vieja piel de toro, en el ajetreado siglo XIV, utilizando como hilo conductor, al capitán mercenario, Beltrán Du Guesclin, el de la famosa frase, " ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor". Tomás Salvador, al no ser en su vida terrenal, izquierdoso retorcido, mediocre "masonita"·, o gay militante, cualidades hoy indispensables para que hablen y además bien, de alguien, goza en la actualidad de un perfecto olvido, el mismo al que han sido sometidos infinitud de grandes y magníficos escritores. Para la progresía reinante está, junto a otros muchos y grandes, muerto a todos los efectos, literarios incluidos. Su obra "División 250", escrita en 1954, contó con la colaboración y "la amable presión" para que se llevara a cabo, de muchos antiguos divisionarios, compañeros de fríos y fatigas, y amigos y del autor, entre ellos el que fue 2º Jefe de la División, general Emilio Esteban-Infantes y el comandante Morón Izquierdo,que le ayudaron contándole sus recuerdos y peripecias, proporcionándole de esta manera, el material con el que entretejer esta gran historia novelada de los divisionarios y por ende de la División Azul.