Si una imagen vale más que mil palabras , una secuencia vale por todo un libro. La fotografía de la portada es uno de los documentos más desconocidos y estremecedores de la historia de España. Esta secuencia es la clave de la guerra civil española, con inclusión de la II República que fue el origen directo de esa guerra; una guerra de religión en toda la extensión del término. Una guerra motivada por la persecución religiosa de la República a la que los perseguidos respondieron con lo que ellos mismos y la propia Iglesia denominó desde entonces Cruzada. A principios del siglo XX, se recrudecieron en España los enfrentamientos de signo religioso bajo la forma de acerba lucha entre la Iglesia Católica y la Masonería, entre los católicos y los anticlericales. El enfrentamiento se hizo más virulento y se manifestó especialmente en la Semana Trágica de Barcelona en 1909 y seguiría enconado hasta la proclamación de la II República, cuando se desbordó en una persecución absolutamente criminal. En los primeros años del siglo, fue cuando se proyectó y gestó la idea de elevar un monumento al Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles, próximo a Madrid, cerro elegido para ello porque marcaba el centro geográfico de España y sobre él está situado el primer vértice geodésico de la nación, al que se refieren todos los demás. El monumento fue inaugurado en 1919 por Alfonso XIII, que consagró a España al Sagrado Corazón de Jesús, en medio de una polémica desencadenada por la prensa de izquierdas que consideraba aquello como una "locura" y un " bochornoso espectáculo"... Durante la II República, el Cerro se afianzó como punto de referencia de los católicos españoles sometidos cada vez más a una violenta persecución. Declarada la Iglesia fuera de la ley por el gobierno republicano al producirse el Alzamiento Nacional, los extremistas del Frente Popular decidieron terminar con el centro religioso que allí se alzaba. Expulsaron a las Carmelitas de su convento, asesinaron a los dos capellanes y condenaron a muerte a cinco miembros de las Compañias Obreras, asociación religiosa dedicada al culto del Corazon de Jesús. Tras el fusilamiento de la imagen de Cristo, escena que se repitió varias veces, los asaltantes treparon al monumento y lo embadurnaron con pintarrajos agresivos. No bastó el insulto; era necesaria la demolición que se produjo tras cinco brutales intentos. Los demoledores celebraron su victoria con una mascarada sacrílega en la que el grito más frecuente era "¡ Ya cayó el barbudo!" mientras destrozaban a martillazos la cabeza de Cristo, que abandonaron luego, convertida en una masa informe que todavía hoy causa asombro al contemplarse con las demás ruinas conservadas.. Desde aquel día, al lugar se le llamó Cerro Rojo.Ya en noviembre al tomarlo el Ejercito de África, plantó la bandera española sobre las ruinas y posteriormente se alzó una cruz blanca. Tras la guerra se reconstruyó el Monumento que fue inaugurado en presencia de Franco. En las cerca de mil doscientas páginas que conforman este volumen, el autor ha incorporado al relato de este periodo trágico de España todos los documentos y testimonios más recientes y por eso el libro presenta, entrelazadas con la historia escrita, la historia documental y la historia gráfica del conflicto que enfrentó y arruinó a los españoles.