" Francisco de Vitoria", es un grupo de profesores de la universidad del mismo nombre. La obra responde a un hermoso proyecto de este grupo para " dar razón de la Fe" a partir de un análisis filosófico de principios por una parte y un analisis racional de los hechos hcos. relativos al cristianismo por otra. Es la esencia de la apologética católica, disciplina muy descuidada en las últimas décadas. Hoy se da demasiada importancia a " elementos irracionales secundariamente conexos a la Fe, como el sentimiento religioso, la experiencia mística o la ejemplaridad moral". Ninguno de los mencionados basta para satisfacer a una razón exigente. Sí, lo que " Francisco de Vitoria" nos propone en dicho texto . Los primeros capítulos van de lo más básico a lo más elaborado: de los primeros principios del conocer humano, hasta las pruebas palpables del paso de Dios sobre la tierra.. Todo empieza en el primer capítulo "con la consideración de por qué el hombre se plantea cosas, y por qué entre ellas está la existencia de Dios". Los primeros capítulos siguen el siguiente camino: Dios existe; si Dios existe, tiene que preocuparse por los hombres; si se preocupa, tiene que haberles dejado una Revelación; si ésta se encuentra en los Evangelios, debe haber signos claros de su autenticidad; si son auténticos, también lo es Jesucristo. Al llegar a Jesucristo, los autores estudian su personalidad, la relación con el Padre, su mensaje y Resurrección, y la forma en que se convierte en la respuesta total y absoluta a las preguntas planteadas al principio de la obra. La parte más brillante y sólida es la consagrada a demostrar la historicidad de los Evangelios y en particular, la datación temprana de los sinópticos entre los años 40 y 60 d.C. ( el de San Juan, en el cabo de siglo), con infinidad de personas vivas que habían visto y tratado a Jesucristo. El problema de la datación de los Evangelios no pretende satisfacer pruritos de erudición. " Quienes pretenden que los Evangelios fueron redactados, avanzado el siglo I quieren convertirlos en textos que expresan la fe de la comunidad cristiana primitiva, a una distancia suficiente de los hechos como para no poder exigirles veracidad plena por no proceder de testigos oculares. La argumentación de los autores para concretar las fechas que se han indicado es fuerte y convincente, no sólo en sí misma, sino también comparando con el crédito que suele atribuirse a otros documentos hcos. que pasan cribas mucho más gruesas. Finalizan los autores concluyendo que " hace falta una nueva apologética", al respecto dan un primer paso con un interesante Apéndice sobre los paralelismos entre la Revelación cristiana y algunos mitos paganos. Es un recurso muy utilizado contra la procedencia divina de las fuentes evangélicas y de la Tradición, en el libro se señalan con acierto las inconsistencias de esas comparaciones. El renacer gnóstico que trae consigo la New Age ( ya en decadencia hasta que otra nueva corriente) la sustituya, queda tocado del ala con estas páginas. ( Esta reseña se basa principalmente, en la crítica que Carmelo Arias Montenegro hace del libro, en el Semanaldigital, nº 485, II época).
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