"Pocas personalidades en nuestra historia contemporánea han sido tan falseadas como la de este general, que la prensa amarilla de Estados Unidos desfiguró hasta crear una contra-figura comparable a lo que sería Hitler unos años después". Carlos Seco Serrano, historiador. "La guerra de Cuba no la perdieron los generales, ésta es una leyenda que duró 100 años, hasta las revisiones de 1998. Si Cánovas hizo lo que había que hacer para plantear la autonomía de la isla", cuando éste murió "Weyler ya se dio cuenta de que aquello se había acabado". Carlos Seco Serrano, historiador. *************************************************************************** Si hay una figura capaz de simbolizar la crisis de Cuba, las claves de la propaganda antiespañola desplegada por los norteamericanos y la conducción de la guerra y su desenlace, es sin duda este general que en su avanzada vejez dictó estas confesiones personales a su hijo primogénito, Fernando, el padre de María Teresa Weyler. *************************************************************************** María Teresa Weyler nieta del general Valeriano Weyler, reivindica la figura de su abuelo, en este libro. Obra en forma de diario, que desmonta muchas de las falsedades contadas en torno a este militar, designado por Cánovas para sofocar la revuelta independentista en Cuba y combatir a los insurrectos. La obra rememora muchas de las hazañas de este militar y pone de manifiesto el carácter y la sensibilidad de un hombre sobre el que giran muchas leyendas negras. Para elaborar este libro, su nieta recuperó y dio forma a una serie de textos que su abuelo, Valeriano Weyler había dictado verbalmente a su hijo Fernando, unos meses antes de morir. En un tono, seco, austero, recuerda desde sus combates en la tercera guerra carlista, su gobernación del archipiélago filipino, o los convulsos años en que, en Cataluña, ayudó a aplacar las agitaciones anarquistas. Pero sus principales recuerdos hacen alusión a la etapa cubana, al intentar sofocar la revuelta independentista. Weyler acusado de haber empleado métodos de exterminio de gran dureza y campos de concentración para la población cubana, sostiene que de haberle dejado acabar la guerra, no habría ocurrido el Desastre del 98. Toda la mala fama que rodea al general se debe a la prensa amarilla norteamericana, que lo quiso convertir en un monstruo para quedarse con la isla y transformarla en una provincia de los USA. Carlos Seco, historiador y prologuista de la obra señala que este libro es un merecido homenaje póstumo y una réplica historia a la leyenda que enturbió, con pasiones espurias y bastardas, su abnegado comportamiento. Señala Seco Serrano que Weyler fue el creador de la " batalla en la jungla" y de la técnica de separar a insurrectos de la población civil,( la técnica de las trochas), para dominar la isla. Weyler elaboró un plan integral de operaciones con objetivos bien definidos. Sus esfuerzos estarían dirigidos a ir liquidando la insurrección por partes, comenzando por Pinar del Río para luego, siempre en dirección oeste-este, ir pacificando por su orden, la Habana, Matanzas, Las Villas, Camagüey y, finalmente lanzar una ofensiva general contra Oriente. En primer lugar, puso en práctica la conocidad táctica de incomuniar y, después, construyó fuertes para la protección de objetivos económicos y militares. En este sentido hay que destacar la importancia de este general, cuyas teorías han sido estudiadas en las academias militares hasta mediados de los años sesenta del siglo XX.