Las publicaciones sobre los Templarios, que ya datan, desde la desaparición de la Orden, son innumerables. La violenta extinción de la Orden, no arrancó de la Cristiandad el recuerdo de los Templarios ni solucionó los problemas y controversias que suscitaba. Al contrario, al desaparecer el Temple, brotó con fuerza el misterio y con él un flujo de leyenda que se mantiene, inalterable, hasta hoy. La difusión de libros sobre los Templarios se incrementó en el siglo XVIII, gracias al resurgimiento de la Masonería; ésta que desde su fase anterior reclamaba un origen templario, ahorá lo incorporó a los ritos de las diversas obediencias. Hoy día existe una "Orden del Temple" asociada a la Gran Logia de Inglaterra, principal obediencia de la Masonería universal, que considera la tradición templaria como núcleo del más venerado de sus rituales. Existan también ramas, ritos y agrupaciones templarias en varios países. Se puede afirmar que los "templarios" se encuentran entre nosotros. No obstante este libro es de de historia y atenderá, por tanto a la leyenda templaria, como un fenómeno meramente social. Los Templarios, objeto de fuerte atractivo para tratarles con espíritu y técnicas de ficción serán estudiados en el presente volumen con lacónico rigor histórico. Para que esa Historia resulte completa, comprenderá todas las dimensiones de la Orden: religiosa, militar, económico-bancaria, cultural...y de la que es parte la esotérica, que también fue una proyección de la vida y del misterio. Con estos mimbres tenemos una Historia de los Templarios más apasionante que la más imaginativa de las novelas. El autor aporta elementos que no se ven en otros libros sobre el tema: 1. Los documentos sobre los procesos que se incoaron contra ellos. Muy necesarios para no caer en la leyenda. Para ello trabaja con los textos latinos de los procesos esenciales, no traducidos ni publicados en España; y en otros lugares sólo de manera fragmentaria. Escritos en un latín vulgar difícil de traducir, pero se trata de documentos que reflejan la realidad de su tiempo y que resultan imprescincidibles. 2. Los Templarios deben situarse en su contexto histórico, siglos XI-XIV. Contexto en mundos muy variados: el feudalismo, el nacimiento y predominio de las monarquías nacionales, el mundo mediterráneo, el avance del Islam, simultáneamente sobre Bizancio y España; un conjunto histórico estratégico. 3. Despliegue de conversión histórica que va desde la fe exacerbada e idealista hasta la degradación materialista de la competencia comercial y las interacciones y contaminaciones religiosas de todos los signos, tanto en el mundo islámico como en el cristiano. 4. El contexto de antítesis entre el horizonte pontificio romano y la negativa de los reinos cristianos de dejarse condicionar políticamente por los impulsos teocráticos de un Papado que pretendía imponer una concepción jerárquica a los asuntos temporales. Pugna que arruinó a la Cristiandad, abocada a la secularizacíon. El autor apasionado por el trabajo, ha viajado tanto en Occidente y en el Mediterráneo como en Oriente Próximo, por los principales escenarios que desembocaron en el momento crítico en el que las hordas, los mongoles del Asia profunda, " los tártaros" que aportaban una componente cristiano-nestoriana, casi desconocida en la actualidad. Una figura real ha sido el recurso, también, para intentar comprenderlo todo, se trata del beato Ramón Llull, mallorquín de ascendencia catalana, personaje fundamental para entender el desenlace de la tragedia templaria. Llull captó con gran intuición la tragedia de los Templarios y pretendió salvarlos para la recuperación de Tierra Santa en combinación con las vanguardias pro-cristianas de los mongoles. Nunca se ha tenido en cuenta la aportación de Llull, héroe y martir de Cristo, científico y mago, en relación con la Hª Templaria; ésta es la aportación más sugestiva de este libro. Se estudia históricamente la leyenda templaria y la dimensión esotérica del TEmple, sin ellas la Historia auténtica queda truncada. Todo bajo el lema existencial que preside todos los escritos del autor y que sonó primeramente, en presencia de algunos cristianos que fundarían el Temple, en la campa de Clermont a fines del siglo XI. ¡ Dios lo quiere!, ¡ Deus le volt¡