El autor de esta biografía, es Luis E. Togores Sánchez, doctor en Hª Contemporánea. El título de la misma se corresponde con el epitafio, cargado de lacónico estilo militar, que quiso para su tumba este singular y atractivo personaje. Hijo de un padre director de prisiones, en una época en la que éste tenía la casa en la misma cárcel, convivió desde niño en directo con los penados y aprendió a conocer las miserias que esconde la vida del delincuente, y lo bueno que puede sacarse de muchos de ellos. Cuando, muchos años después, pudo hacerlo, peleó por establecer formas de lo que hoy llamaríamos reinserción.** Una anécdota profundamente emotiva de su niñez: una vez, un peligrosísimo delincuente, de espantoso y repugnante rostro, salvó la vida del director de la cárcel cuando iba a ser asesinado por otro preso. Llevado ante el padre de Millán Astray para agradecerle su gesto el penado le comentó: " No me dé las gracias. Yo nada hubiera hecho, nada le debo a no ser algún castigo pero es que Pepito, su hijo, es el único niño que me ha besado en mi vida. Y no quería que Pepito se quedara huérfano". ** El general Millán Astray, creador del Tercio y de su grito de guerra " ¡Viva la Muerte!, fue en esencia, un soldado, un militar al que su larga vida le llevó a participar en los sucesos más importantes de finales del XIX y de la 1ª mitad del siglo XX. Recién salido, con 17 años, de la Academia de Toledo, combatió en Filipinas para someter la insurrección indígena de Katipunan, en la agonía del imperio español, durante el desastre del 98. Posteriormente, participó, a lo largo de dos décadas en el sangriento conflicto marroquí, al mando de las tropas moras, (policía indígena y regulares), y luego de sus legionarios. ** La historia de la creación de la Legión es conocida y el autor de este libro aporta una adecuada recreación de su necesidad y de su ambiente. Al respecto destaca la íntima amistad de Millán Astray con Sanjurjo y Franco y su excelente relación con Alfonso XIII, que tanto facilitó las cosas. Millán Astray, con la creación del Tercio, se convirtió en el máximo defensor de los valores tradicionales del guerrero, de la mística de la muerte y del sacrificio, inspirado en el Bushido- código de honor de los samuráis-, y que vertió en el Credo Legionario, ideario que transformó a los legionarios en " novios de la muerte".** El autor estudia minuciosamente el importante papel desempeñado por Millán Astray en la designación de Franco como jefe supremo del Alzamiento y del Estado. Fundó Radio Nacional de España, en colaboración con periodistas y escritores como Ruiz Albéniz, Aznar, Rato, Ridruejo y Giménez Caballero. Una vez abandonado ese puesto propagandístico, Franco le encargó crear el Benemérito Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria, al cual dotó de todo género de beneficios sociales, y dirigió hasta su muerte en 1954.** En cuanto al comentado episodio con Unamuno, fue un asunto menor, manipulado y al que se la ha dado una trascendencia que no tenía. No era un intelectual, pero sí un hombre de amplia cultura, cuya reacción ante Unamuno se explica en un preciso contexto. Desprendido y generoso, popular, con un historial militar envidiable, eficaz como administrador, Heroico en la batalla y en el día a día (el brazo amputado le dolía todos los días y a todas horas, y padecía un fortísimo y recurrente vértigo a causa de las heridas de guerra en la cabeza), querido por casi todos, ése fue el fundador de la Legión. Reverenciado por sus legionarios de ayer y hoy, debería comenzar a serlo también por otros grupos sociales. Ojalá esta obra contribuya a ello.