El libro nos cuenta la historia de unos españoles que les tocó vivir una época complicada, llena de dificultades y que el destino, de forma implacable, los llevó a conflictos en tierras lejanas para que lucharan en guerras que no eran emocionalmente las suyas y lo hicieron cubiertos con el quepis blanco de la Legión Extranjera.
Entre estos compatriotas los hubo analfabetos, también universitarios, muchos fueron desertores, otros, como el legionario, José Lillo Lorite, espíritus indómitos y aventureros en la mejor tradición de nuestros ancestros del siglo XVI; los hubo que no resistieron o se convencieron de que aquello no era su destino y desertaron de la Legión Extranjera, aunque para ello tuvieron que arrostrar más peligros y aventuras que si hubieran permanecido siento legionarios; también españoles muy coherentes ideológicamente, por lo que lucharon con el Vietminh, sumergidos en un mundo radicalmente diferente al suyo pero sintiéndose identificados en lo político, o simplemente, fueron hombres que vivieron sus vidas como una verdadera aventura al pairo de los vaivenes de su destino, a veces trágico hasta lo imaginable, como el de Blas de la Corte, que desde las filas de la Legión terminó en Mauthausen, el infierno en vida, un superviviente por la inteligencia, espíritu y naturaleza física para superar aquello.
La libertad del hombre está en saber elegir el cómo desea comportarse en unas circunstancias que le vienen dadas, su opción, la libertad, es siempre moral.
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