Para ser héroe no hace falta ser ni muy fuerte ni muy grande, sino tener un gran corazón y atesorar eso que los antiguos llamaban virtus. La virtud implica coraje, valentía y está relacionada con lo moral. Los héroes no envejecen nunca en la memoria y solo se entienden vinculados a valores trascendentes, como la fidelidad, el honor y la patria. Sirven de ejemplo, lo cual no implica que todas las acciones de su vida sean ejemplares. Pero tienen derecho a ser juzgados por sus mejores hechos, aunque no se olviden los peores. Aceros Rotos es la primera parte de una trilogía titulada El ocaso de los héroes en la que se reflejan las circunstancias que marcaron el destino final de quienes con su esfuerzo combativo, su talento y su vida, en la victoria o en la derrota, dieron sentido a esa realidad colectiva llamada España. Doce nombres se han seleccionado en este primer volumen de la trilogía: Núñez de Balboa, Julián Romero, Cristóbal Mondragón, Francisco Verdugo, Hernán Cortés, Quevedo, Alonso de Ojeda, Garcilaso de la Vega, Francisco de Aldana, Pedro Navarro, Bernardino de Mendoza y Juan Martínez de Recalde.
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