El último divisionario en Possad ofrece un documento vivo de las experiencias del autor en Rusia, como voluntario en la División Azul, encuadrado en el Batallón de Transmisiones, narrado de forma sencilla, pero directa, junto a la de sus camaradas más cercanos.
Plasma el lenguaje habitual empleado, sin adornos, resaltando las diferentes características individuales y los principios imperantes en la época, como el sentido del patriotismo, ó el sacrificio y la entrega en el cumplimiento del deber, que movió a miles de españoles a tomar parte en la Campaña contra el comunismo.
Aún estando influido por el sentir generalizado en aquellos años y sus vivencias personales, que lo corroboraban, el libro deja las consideraciones políticas al margen, centrándose en narrar objetivamente los hechos vividos, ó contrastados de terceras personas, y el proceder de cuantos le rodearon, que siempre llevaron el sello de la generosa entrega.
El comportamiento militar de la División mereció grandes elogios de sus camaradas alemanes; desde el simple oficial al mismísimo Führer, y aún realizado de forma individual ó colectiva, su crédito nos pertenece a todos, ocupando un lugar en nuestra historia.
Relata entre otros hechos, la defensa de una de las posiciones que figura con nombre propio en la historia de la División -Possad- y ofrece de forma gráfica la evolución de los principales combates en los que participaron las diferentes unidades hasta septiembre del 42; especificando que fuerzas intervinieron por ambos bandos y detallando las fechas y poblaciones en las que se produjeron los movimientos de tropas.
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